El romero posee gran cantidad de aceites esenciales en su composición, como por ejemplo el alcanfor, cineol, pineno, limoneno, también contiene flavonoides, ácidos fenólicos, taninos o resinas.
Es ampliamente utilizado en la cocina como condimento para carnes y salsas por su gran aroma y sabor. Por sus propiedades para la salud encontramos que ayuda a controlar problemas de hipertensión, es excelente como tónico para evitar la caída del cabello y también es muy bueno para quienes tienen problemas de sobrepeso.
Además el olor del romero es estimulante, y con sólo poner a hervirlo con un poco de agua para que el aroma inunde la habitación, puede mejorar el humor y la memoria.
El aceite de romero es utilizado para el tratamiento natural contra la artritis, perdida del cabello y ayuda a la circulación sanguínea.
Es un poderoso antioxidante, el cual combinado con las propiedades antes mencionadas, como las anticancerígenas y anti-inflamatorias fortalecen en gran medida el sistema inmunológico.
Entre sus antioxidantes podemos mencionar el ácido cafeico y el ácido rosmarínico (antiviral, antibacterial, antiinflamatoria y antioxidante), que ayudar en el tratamiento de toxicidad del hígado, afecciones respiratorias y se cree que también en cierto tipos de cáncer.
En infusión, en vino o en aceite, el romero siempre conservará su sabor y aroma característico. Las infusiones de romero se realizan dejando hervir en agua unas hojas (aproximadamente 5 gramos), durante unos minutos. Posteriormente se deja reposar, se cuela y ya está lista para beber. Para el vino, hay que macerar 40 gramos de sumidades florales durante 40 días en un litro de vino tinto. Para el aceite, triturar 10 gramos de hojas y colocar en 100 ml de aceite vegetal, bien tapado, durante dos horas dejarlo en baño maría. Después, filtrar y envasar.